La segunda al mando de Colombia, Francia Márquez, ha hecho público que ha recibido amenazas hacia su vida y la de su familia, después de haber apuntado a posibles actos de corrupción en el Gobierno bajo la conducción del presidente Gustavo Petro. Mediante una carta compartida en su cuenta de X (anteriormente Twitter), Márquez manifestó su inquietud por las anomalías que, en su opinión, desvían el camino del proyecto político que llevó a Petro al poder en 2022.
La vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, ha denunciado públicamente amenazas contra su vida y la de su familia tras haber señalado posibles actos de corrupción dentro del Gobierno liderado por el presidente Gustavo Petro. A través de una carta publicada en su cuenta de X (antes Twitter), Márquez expresó su preocupación por las irregularidades que, según ella, desvían el rumbo del proyecto político que llevó a Petro a la presidencia en 2022.
En su mensaje, Márquez dejó claro que no permanecerá en silencio frente a las “desviaciones” que, según sus palabras, afectan el propósito del Ejecutivo. “La lealtad no es callar, sino advertir cuando el rumbo se desvía del camino”, afirmó la vicepresidenta, quien también dirigió el Ministerio de Igualdad, puesto que recientemente fue asumido por Carlos Rosero, designado por Petro.
Aunque Márquez no ofreció detalles específicos sobre los presuntos casos de corrupción ni los incidentes relacionados con las amenazas, su denuncia ha generado un amplio debate en el país. CNN intentó comunicarse con la Vicepresidencia y la Presidencia de Colombia para obtener comentarios, pero hasta el momento no ha recibido respuesta. Asimismo, se contactó a la Fiscalía General para confirmar si existe una denuncia formal sobre esta situación, aunque todavía no se ha obtenido información al respecto.
La denuncia de Márquez se presenta en un periodo de gran tensión en el gabinete de Gustavo Petro, quien está por completar tres años en el poder. En las semanas recientes, el Gobierno ha sido testigo de varias dimisiones y cambios ministeriales, además de haber enfrentado acusaciones públicas de diferencias internas.
El 4 de febrero, en una prolongada sesión del Consejo de Ministros que fue difundida en redes sociales, Márquez, junto a la entonces ministra de Ambiente, Susana Muhamad, y otros funcionarios, manifestó su descontento con los nombramientos de Armando Benedetti como jefe de Despacho y de Laura Sarabia como canciller. Ambos, apoyados por Petro, recibieron críticas por su gestión, lo que exacerbó las divisiones internas en el Gobierno.
Días después de este enfrentamiento, Petro pidió la dimisión de varios ministros y altos cargos con el fin de, según sus palabras, llevar a cabo el programa de Gobierno “mandatado por el pueblo”. Entre las renuncias más notables están la de Susana Muhamad, quien fue sustituida por Lena Yanina Estrada en el Ministerio de Ambiente; Iván Velásquez, reemplazado por Pedro Sánchez en el Ministerio de Defensa; y Juan Fernando Cristo, quien cesó sus funciones en el Ministerio del Interior, siendo remplazado por Benedetti.
Días después de esta confrontación, Petro solicitó la renuncia de varios ministros y altos funcionarios con el objetivo de, según él, cumplir con el programa de Gobierno “ordenado por el pueblo”. Entre las renuncias más destacadas están la de Susana Muhamad, reemplazada por Lena Yanina Estrada en el Ministerio de Ambiente; Iván Velásquez, sustituido por Pedro Sánchez en el Ministerio de Defensa; y Juan Fernando Cristo, quien dejó su puesto en el Ministerio del Interior, siendo reemplazado por Benedetti.
Amenazas y un panorama político incierto
No obstante, esta situación pone de manifiesto las tensiones en aumento dentro del Ejecutivo y suscita preguntas sobre cómo estas divisiones podrían afectar la estabilidad política del país. La ausencia de detalles sobre los casos de corrupción a los que aludió Márquez y las amenazas que enfrenta crean un ambiente de incertidumbre, mientras la Fiscalía y las entidades competentes aún no han ofrecido declaraciones oficiales.
Sin embargo, esta situación deja en evidencia las crecientes tensiones dentro del Ejecutivo y plantea interrogantes sobre el impacto de estas divisiones en la estabilidad política del país. La falta de detalles sobre los casos de corrupción mencionados por Márquez y las amenazas en su contra generan un clima de incertidumbre, mientras la Fiscalía y las instituciones competentes aún no han emitido declaraciones oficiales.
Las afirmaciones de Márquez han provocado tanto apoyo como críticas en diversos sectores. Mientras algunos consideran su denuncia como un acto valiente, otros cuestionan la ausencia de pruebas concretas y creen que este tipo de declaraciones podrían intensificar las divisiones internas del Gobierno.
Las declaraciones de Márquez han despertado tanto solidaridad como críticas en distintos sectores. Mientras algunos ven en su denuncia un acto de valentía, otros cuestionan la falta de pruebas específicas y consideran que este tipo de pronunciamientos podrían profundizar las divisiones internas del Gobierno.
El presidente Gustavo Petro, hasta ahora, no ha respondido públicamente a las declaraciones de su vicepresidenta, lo que ha generado expectativas sobre cómo manejará esta situación en los próximos días. Por su parte, Márquez ha dejado claro que no cederá ante las amenazas y seguirá abogando por la transparencia y la lucha contra la corrupción, principios que considera fundamentales para el proyecto político que representa.
En un momento crítico para el Gobierno de Petro, la denuncia de Francia Márquez añade un nuevo capítulo a las complejas dinámicas políticas del país, dejando al descubierto los retos internos que enfrenta una administración que llegó al poder con la promesa de cambio y justicia social.