Los monovolúmenes están viviendo un resurgimiento. A las propuestas eléctricas de Mercedes-Benz o Hyundai, ya disponibles se les van a sumar pronto modelos de Lexus y de Volvo.
Para la marca sueca, esto supone un hito histórico, pues nunca había vendido una silueta similar en sus 96 años de historia.
De la EM90 no se conocen demasiados detalles, salvo que la marca la considera un vehículo multiusos (MPV, por sus siglas en inglés) y que está diseñada como un «salón escandinavo sobre ruedas». Es decir, diáfano, minimalista y agradable.
El sector de las furgonetas y monovolúmenes eléctricos está ganando popularidad entre las marcas de lujo como coches para ejecutivos con conductor particular, dado que son mucho más espaciosas que los turismos convencionales y no tienen que enfrentarse al engorro de estacionar.
Esto es especialmente cierto en Asia, donde la densidad de población hace que las carreteras tengan atascos frecuentes. De hecho, es posiblemente uno de los pocos mercados en los que hay una demanda lo suficientemente alta como para garantizar la construcción de monovolúmenes.
De hecho, Volvo no tiene planes actualmente de vender la EM90 en Europa y EEUU. La compañía está barajando comercializarla fuera de China, pero aún no han emitido un comunicado en firme al respecto.
En el país, los monovolúmenes son una parte considerable del mercado. En el primer semestre, supusieron 484.000 unidades, con un aumento del 26% en comparación con el año anterior, el mayor de todos los segmentos.
Volvo, que es propiedad del Grupo Geely, necesita un impulso en China. Previsiblemente, el EM90 usará la misma plataforma (SEA) que el Zeekr 009, un monovolumen ‘premium’ de tres filas que debutó el pasado enero en el mercado. Este tampoco está previsto que se venda en Europa.
De cara a 2025, la marca sueca pretende que la mitad de sus vehículos sean 100% eléctricos. En 2030, espera que todos lo sean. Hasta mediados de esta década, se han marcado como objetivo el lanzar un nuevo modelo cero emisiones cada año.